Creia haber superado una parte de mi vida, pero ya ves, volvió para echarme el aliento en la cara y decirme "¿me buscabas?"
No, no te buscaba, es mas, estaba bien sin ti. Mentira. Siempre me miento cuando se trata de hombres, siempre. Pues no, no estaba bien sin él, ¿por qué? Porque es mi adicción. Así que recaí. "¿que esperabas mona? ¿que desapareciera así sin más? Pues he vuelto, dispuesto a quedarme, haciendote recordar que soy tu debilidad." Pues muy bien, quedate, ya no me importa, lo acepto, puedo vivir con ello.
Y lo hago, es mas, me di cuenta de una cosa. Le oculte una parte de mi que inconscientemente estubo oculta mucho tiempo, demasiado. Y se la mostré, si yo le toleraba, queria que él hiciera lo mismo, pero a mi yo entero, no solo la parte que conocia. Y se ve que le gustó, o que no le importó demasiado, porque ahí seguimos, igual que antes.
¿He dicho igual? ¡Peor! Me gusta tanto gustarle que... que creo que me volví loca. Me descubrí mirandome al espejo para verle, y cantando en voz alta sin estar en la ducha... yo nunca, nunca, habia echo eso por él. Nunca me vestí o maquillé de manera especial por él... hasta hoy. Y con él vino la inspiración.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario