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domingo, 28 de febrero de 2010

ESTRELLAS

Los meses son demasiado largos si no son buenos. Y es que hay meses con estrella y meses estrellados. ¿Y por qué para ver el cielo me toca aguantar? Porque para la vida no existe el cambio de año, que todo el mundo se prometia maravilloso, ni la suerte, ni el optimismo, ni el "cuando todo va mal no puede por menos que mejorar". Asi que aguantando espero tiempos mejores, y no les pongo fecha, ni pido deseos, ni hago trucos magicos para que sean ya, solo pido que sean mejores. Porque todos tenemos derecho a tener un cielo despejado que nos cobije de noche, con unas estrellas que nos alumbren si queremos seguir avanzando. No puede ser tan dificil sacarle una sonrisa a esa seria de la vida, y si lo es, por mi cordura que lo conseguiré, y si no lo consigo... nada pierde el que apuesta algo que no tiene.

sábado, 20 de febrero de 2010

MIEDO

¿Que es lo que me da tanto miedo? El rechazo quizás. Pero ¿el rechazo a que? No he hecho nada de lo que deba avergonzarme ¿O quizás si? No se porque me hago estas preguntas, pero si se donde está la respuesta, pero no puedo ir a buscarla, me da miedo. Y vuelvo al principio. Me encerré en un circulo del que no se salir. Si se, pero me da miedo. Sé cual es la salida, pero me da miedo cruzarla. No sé porque ¡no lo sé!. Deja de torturarme y ayúdame. Por Dios, deja de gritarme y guíame. Porque sola no puedo. El estar sola no me ayuda. Y no es solo eso. Tengo miedo de mucho más. Las cosas no me van bien desde la última vez que hablamos. Primero ellos, y después yo misma, ahora ella y de nuevo yo otra vez. ¿Pero que pasa? ¿Se confabuló el universo contra mi? Lo único de lo que estoy segura es de que tengo miedo. Mucho miedo. No sé que hacer. Estoy temblando de pura inquietud, no se avanzar. ¿Me estas escuchando? Te digo que tengo miedo. Me digo que tengo miedo

complementación

Se que lo hemos intentado, pero esto no podia salir bien. Lo hemos intentado desde el primer dia, con paciencia y sin alterarnos, pero dos caracteres tan fuertes no pueden por menos que pisotearse. Yo cedo, tu no. Me altero y tu más. Me canso de que me pisotees, y tu alzas la voz. Nos gritamos, nos decimos cosas horrendas y nos hacemos daño. ¿Qué nos queda como resultado? Yo lloro y tu te muestras indiferente. ¿Qué esta pasando por tu cabeza? Yo se lo que no pasa por la mia, abandonar, eso nunca. No se si te quiero, pero me importas y no te voy a dejar ir. No estoy preparada para perderte, aun nos queda mucho por vivir, y si tu no lo crees, te equivocas. Porque yo diré cuando se acaba esto, porque tu sin mi no eres nada. ¿Egoísmo? No, complementación.

sábado, 6 de febrero de 2010

Rosas

Un día conocí una rosa. No era una rosa bonita, y desde luego no era una rosa olorosa, pero era un capullito que se rompería al viento, así que me lo llevé a casa. Lo puse en agua y le di sol. Esperé algún tiempo, pero mi rosa no mejoraba. Estaba mustia, se le caían las hojas cada poco. Pero yo la seguía cuidando, la tenía en el lugar más bonito de mi casa. Le hablaba, le cantaba y le contaba mis cosas. Un día dejó de empeorar, y le salió el color. Era una rosa blanca, sin muchos pétalos, de un blanco mustio y de pétalos quebradizos, pero era mi rosa. Ella siguió fortaleciéndose, haciéndose más blanca día a día, mas fuerte rayo a rayo de sol. Una tarde al llegar fui a ver a mi rosa. Estaba resplandeciente junto a la ventana, con su tallo esbelto, sus hojas finas, y unas espinas que no cortaban. Cuando la fui a cambiar de sitio, aprecié que una de sus hojas se estaba rompiendo en un extremo, asique con una tijera y mucho amor, recorte el trozo quebrado para que pudiera crecer de nuevo su hoja. Al día siguiente fui a buscar a mi rosa, pero no la encontré. No estaba en la repisa y no estaba junto a la ventana. Busqué y busque por todos lados, pero mi rosa no apareció. Un rato más tarde, mientras seguía buscando, vi agua en el suelo, debajo de la mesa. Cogí una servilleta y la puse allí. El papel absorbió demasiada agua, asique me agache para ver de dónde salía tanto liquido. Me quede lívida al ver un jarrón de cristal roto debajo de la mesa, y a mi rosa debajo de los pedazos de cristal. Su tallo estaba partido, y sus hojas esparcidas por el suelo. La recogí con amor y me puse a llorar. Mi rosa se había ido, y ya no la volvería a ver. Pensé que se me hundía el ánimo. Había perdido una amiga, un ser querido que yo cuidaba con devoción, y sin más se había ido. Pero yo había sido feliz mirando por ella, y eso me consoló. Aun no la he borrado de mi corazón, y eso me ha hecho ser como soy, por eso te deseo que algún día, tu también conozcas una rosa y la quieras como yo.

jueves, 4 de febrero de 2010

VOLAR

Uno, dos, tres... Toc, toc, toc, toc. Ritmo lento pero acompasado. Minuto a minuto se me escapa el aliento. Pensamientos en cadena sacuden mi cerebro, zozobrando, aguantando. El tiempo de espera se esta acabando y no puedo esperar a terminar. Se me enredan las palabras en los dedos y no me dejan seguir. Es ese bache que se me atraganta llegado a cierto punto que hasta me produce ansiedad. Respiro. Tomo aire y ahí voy. Me lanzo al vacio esperando que unos brazos me recojan, pero no hay nada, solo libertad. Libertad en exceso. Una libertad agobiente que me oprime el pecho y no me deja pensar. Me siento desamparada y no se como continuar. Solo el tiempo dirá si soy capaz de maniobrar en tanto espacio. Por el momento, estoy viva.