- Le voy a olvidar.
- ¿Tu crees?
- Sí, estoy segura.
- ¿Cuándo has llegado a esa conclusión? ¡Ayer querías cruzar medio país para irte con él!
- Bueno… se podría decir que lo he pensado mejor… ¡y también he revisado mejor el estado de mi cartera!
- ¿Entonces dejaras al amor de tu vida por unos cochinos euros?
- No es el amor de mi vida, es un tonto que se encaprichó de otra tonta.
- Aun por capricho, no compares el valor del dinero con el del amor.
- Tampoco era para tanto… ¡hasta mi dinero vale más que él!
- Cielo, hasta el dinero del Monopoli vale más que cualquier hombre…
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