Soy yo la que está rara, ¿vale?. Es a mi a la que le pasa algo. Me cabrea y me pone de mal humor. Y lo peor es que tu no te das cuenta, me miras, me ignoras y tiras para delante, haciendo como si no te importara, probablemente te sea tan fácil hacerlo porque verdaderamente te importa un comino. Y así estamos siempre. Yo llego feliz, te hago la broma, y si te pillo de malas me la he cargado. Se intercambian los papeles: tu la buena, yo la que te hace enfadar. Me pisoteas y te quedas tan ancha.
Yo seré la tormenta y tu el junco, así que a partir de ahora o te mueves o te partes.
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