HASTA LOS LÍMITES DE LO HUMANAMENTE POSIBLE

Cada vez que me acuerdo de las miles de MILLONES DE VECES que hemos estado a nada de conseguirlo siento que dentro de mi arde una furia que hiela. Y cuando por fin acabo de darme cuenta de lo que de verdad siento, de lo que realmente quiero en esta vida, de lo que realmente hace mover la sangre por mi cuerpo, me dice que de esas brasas ya no queda nada. Yo nunca le he hecho algo así, nunca le he dejado si quiera dudas de lo que había. Se lo dije muchas veces, "Sólo tienes que pedirlo", y él nunca se atrevió a hacerlo.
Sé que está mal, pero lo único que me sale es pagarle con la misma moneda. No estoy agusto con la situación, porque ya no es cosa de dos sino de tres. Pero es que estoy muy dolida, nunca me había sentido así. Y duele mucho. Duele tanto que incluso traspasa las fronteras de lo humanamente posible...
Hasta los límites de lo humanamente soportable.